TEXTO OCTAVA CLASE
GUSTAVO
DESSAL
Esa mañana, una mañana radiante de octubre del año
2087, una mañana que lo prometía todo, el hombre H. se despertó a su hora
acostumbrada, tras un descanso perfecto. En su cerebro parpadeaban aún los
restos de un agradable sueño, químicamente inducido por su Programa Onírico
Personalizado. Al incorporarse en la cama, un sensor térmico encendió el
proyector de estructuras audiovisuales con el resumen de las noticias y las
ofertas del día.
Se dirigió a la cocina, estudió el menú de desayunos balanceados propuestos en la pantalla del ordenador, pulsó la opción 3, y al instante el dispensador de microcápsulas regurgitó un saludable complejo multivitamínico. Mientras lo saboreaba acompañado de un zumo de naranjas sintetizado, echó un vistazo a su agenda electrónica. Dos ciberconferencias y una proyección holográfica para decidir algunas operaciones de compra para su empresa. Una jornada tranquila.
A través de la ventana observó la calle, el tráfico de vehículos antigravitatorios, y los transeúntes, que vistos desde esa altura se asemejaban a pequeños insectos multicolores. En ese momento se dio cuenta que hacía mucho tiempo que no pisaba la calle. No lo recordaba con exactitud, de modo que al entrar en la ducha de ultrasonidos solicitó el dato al ordenador del baño. Un año y treinta y siete días sin salir de su casa, verificó en la pantalla. El ordenador le ofreció la opción de activar el vídeo de aquella salida, pero el hombre no quiso perder tiempo con eso. Una sensación desacostumbrada lo invadía en los últimos días, algo indefinido en el pecho, una suerte de ahogo que lo obligó a sentarse de nuevo en la cama. Hoy lo sentía con más fuerza.
Se dirigió a la cocina, estudió el menú de desayunos balanceados propuestos en la pantalla del ordenador, pulsó la opción 3, y al instante el dispensador de microcápsulas regurgitó un saludable complejo multivitamínico. Mientras lo saboreaba acompañado de un zumo de naranjas sintetizado, echó un vistazo a su agenda electrónica. Dos ciberconferencias y una proyección holográfica para decidir algunas operaciones de compra para su empresa. Una jornada tranquila.
A través de la ventana observó la calle, el tráfico de vehículos antigravitatorios, y los transeúntes, que vistos desde esa altura se asemejaban a pequeños insectos multicolores. En ese momento se dio cuenta que hacía mucho tiempo que no pisaba la calle. No lo recordaba con exactitud, de modo que al entrar en la ducha de ultrasonidos solicitó el dato al ordenador del baño. Un año y treinta y siete días sin salir de su casa, verificó en la pantalla. El ordenador le ofreció la opción de activar el vídeo de aquella salida, pero el hombre no quiso perder tiempo con eso. Una sensación desacostumbrada lo invadía en los últimos días, algo indefinido en el pecho, una suerte de ahogo que lo obligó a sentarse de nuevo en la cama. Hoy lo sentía con más fuerza.
El ordenador Madre captó la alteración de su tono vital, y de inmediato lo interrogó.
“¿Le sucede algo?”
“No estoy muy seguro. Es una sensación extraña, aquí
en el pecho.”
“¿Un dolor?”
“No sabría responder con exactitud. El dolor es una
vivencia casi olvidada. Creo que alguna vez lo experimenté en la infancia,
antes de que nos introdujesen el Regulador Enzimático Intramuscular. Desde
entonces no he vuelto a sentir nada semejante. Diría más bien que se trata de
una extrañeza.”
“¿Una extrañeza? Defina ese término, por favor.”
“¿Una extrañeza? Defina ese término, por favor.”
“Es que precisamente una extrañeza es algo difícil de definir.”
“Nada es difícil de definir”, replicó la Voz. “Por
favor, apoye su índice izquierdo en la pantalla para que podamos efectuar un
análisis de sus valores clínicos.”
El hombre H. obedeció y tocó con su dedo la pantalla.
El hombre H. obedeció y tocó con su dedo la pantalla.
“Error”, dijo la Voz. “Ese es su dedo derecho, donde
tiene el Nanoprocesador de Operaciones de Crédito. Por favor, apoye el índice
izquierdo.”
“Es la costumbre”, se disculpó el hombre H., y cambió
de dedo. Al cabo de unos segundos el ordenador mostró la tabla completa de sus
biomarcadores.
“No hay nada irregular”, dictaminó la Voz. “Los indicadores son normales, la próxima caducidad visceral tiene lugar en febrero del próximo año, y los niveles de hedonina son excelentes para su edad. ¿Asiste usted a las reuniones sociodinámicas virtuales? Su historial biopsicológico indica que no lo hace con regularidad”
“Es cierto”, confesó el hombre H. Últimamente no tengo ganas.”
“No hay nada irregular”, dictaminó la Voz. “Los indicadores son normales, la próxima caducidad visceral tiene lugar en febrero del próximo año, y los niveles de hedonina son excelentes para su edad. ¿Asiste usted a las reuniones sociodinámicas virtuales? Su historial biopsicológico indica que no lo hace con regularidad”
“Es cierto”, confesó el hombre H. Últimamente no tengo ganas.”
“Por favor”, insistió la Voz, “defina el modo
lingüístico que acaba de emplear.”
“¿No tener ganas? Oh, es algo así como no sentir deseo de hacer algo.”
“¿No tener ganas? Oh, es algo así como no sentir deseo de hacer algo.”
“Pero la asistencia a las reuniones sociodinámicas no
depende de ningún deseo”, recriminó la Voz. “Su Programa de Ocio Asistido las
ha consignado en su agenda mensual. Sólo es cuestión de conectarse. Además,
puede hacerlo mientras duerme activando la opción Desdoblamiento Auxiliar de
Conciencia. Es una manera de ahorrar tiempo.”
“Lo sé, pero aún así no puedo evitar sentir la
extrañeza.”
“¿Ha visto a su familia últimamente?”
“No mucho. Mi anterior contrato matrimonial venció
hace más de dos años, y estoy en lista de espera. Al parecer hay una demora
bastante grande.”
“Es verdad”, admitió la Voz. Se está perfeccionando el Programa de Combinatorias Psicosexuales a fin de mejorar el servicio. Los usuarios son cada vez más exigentes, y eso crea dificultades y retrasos. Además, con la nueva reforma de las leyes de Empatía Integral de Género no damos a basto con las operaciones de cambio de sexo, y eso está complicando las reestructuraciones neovinculares.”
“Es verdad”, admitió la Voz. Se está perfeccionando el Programa de Combinatorias Psicosexuales a fin de mejorar el servicio. Los usuarios son cada vez más exigentes, y eso crea dificultades y retrasos. Además, con la nueva reforma de las leyes de Empatía Integral de Género no damos a basto con las operaciones de cambio de sexo, y eso está complicando las reestructuraciones neovinculares.”
“Es lo que nos sucedió a nosotros”, suspiró el hombre
H. con un tono de resignación. “Mi mujer y yo teníamos asignada la fecha para
la cirugía transexual, pero hubo un problema burocrático. Finalmente
intervinieron a mi esposa, pero a mí no, y cuando por último me volvieron a
otorgar una fecha, el contrato matrimonial había concluido. Ahora estoy
esperando que el Comité de Incidencias decida qué es lo más conveniente, si
cambiarme de sexo o aguardar a que me asignen otra mujer.”
“Entiendo”, comentó la Voz. “De todas maneras,
siempre que lo necesite puede solicitar a su médico unas cápsulas de
estabilizador hormonal.”
“Las he probado, pero no resuelven la extrañeza”,
porfió H. “Tal vez debería hablar con alguien.”
“¿A qué se refiere?”, preguntó la Voz.
“No lo sé. Alguien a quien contarle mi extrañeza, eso
que se me ha puesto aquí en el pecho.”
“El registro de imágenes digitalizadas realizado esta
noche por el tomógrafo de su cama no revela nada anómalo en su pecho”, informó
la Voz.
“¿Y si la extrañeza fuese invisible”, preguntó el
hombre H.?”
“Nada es invisible para nuestros ojos”, aseguró la
Voz. “Todo está perfectamente bien. Despreocúpese y emprenda su jornada
laboral. He dado la orden para que su Regulador Enzimático Intramuscular
aumente 10 miligramos la dosis diaria de hedonina.”
“Gracias”, respondió el hombre H., y sonrió con
humildad.
Se sintió reconfortado, incluso feliz. Tan feliz, que pocos instantes después atravesó el cristal de la ventana
TEXTO SEPTIMA CLASE
SENTENCIAS DE EPICURO.
“La felicidad y la dicha no la proporcionan ni la cantidad de riquezas
ni la dignidad de nuestras ocupaciones ni ciertos cargos y poderes, sino la
ausencia de sufrimiento, la mansedumbre de nuestras pasiones y la disposición
del alma al delimitar lo que es por naturaleza.”
“No ha de ser estimado dichoso el joven, sino el viejo que ha vivido una
hermosa vida. Porque el joven, en la flor de su juventud, es frecuentemente
sacudido por las veleidades del azar, mientras que el viejo arriba a la vejez
como a un puerto, coronando los bienes que antes con zozobra había esperado en
el apacible gozo del recuerdo.”
“No debemos menoscabar lo que ahora tenemos con el deseo de lo que nos
falta sino que es preciso tener en cuenta que también lo que ahora tenemos
formaba parte de lo que deseábamos.”
“No es posible vivir con placer sin vivir sensata, honesta y justamente;
ni vivir sensata, honesta y justamente sin vivir placenteramente. Quien no
tiene eso a mano, no puede vivir con placer.”
SOBRE
LA MUERTE. EPICURO.
Carta
a Meneceo
“Es posible frente a las demás cosas
procurarse una seguridad; pero frente a la muerte todos habitamos una ciudad
sin murallas.”
“Acostúmbrate a pensar que la muerte nada
es para nosotros. Porque todo bien y mal reside en la sensación, y la muerte es
privación del sentir. Por lo tanto, el recto conocimiento de que nada es para
nosotros la muerte hace dichosa la condición mortal de nuestra vida; no porque
le añada una duración ilimitada, sino porque elimina el ansia de la
inmortalidad. Nada hay, pues, temible en el vivir para quien ha comprendido
rectamente que nada temible hay en el no vivir. De modo que es necio quien dice
que teme a la muerte, no porque le angustiará al presentarse, sino porque le
angustia esperarla. Pues lo que al presentarse no causa perturbación vanamente
afligirá mientras se aguarda. Así que el más espantoso de los males nada es
para nosotros, puesto que, mientras nosotros somos, la muerte no está presente,
y cuando la muerte se presenta, entonces no existimos. En nada afecta, pues, ni
a los vivos ni a los muertos, porque para aquellos no está y éstos ya no son…
El sabio, en cambio, ni rehúsa la vida ni teme el no vivir. Porque no le abruma
el vivir, ni considera que sea algún mal el no vivir. Y así como en su alimento
no elige en absoluto lo más cuantioso sino lo más agradable, así también del
tiempo saca fruto no al más largo sino al más placentero. El que recomienda al
joven vivir bien y al viejo partir bien es un tonto, no sólo por lo amable de
la vida, sino además porque es lo mismo el cuidado de vivir bien y de morir
bien. Pero mucho peor es el que dice: Bueno es no haber nacido, o bien una vez
nacido traspasar cuanto antes las puertas del Hades”.
¿qué te sugiere el planteamiento de
Epicuro sobre la muerte?
TEXTO SEXTA CLASE
“Todavía más: quien siga poco a poco esta observación
acabará por darse cuenta de que también en las plantas se verifican cosas que
tienen una clara orientación teleológica, que las hojas nacen con la finalidad
de cubrir y proteger los frutos. Por tanto, si la golondrina construye su nido
de una forma natural y teleológica, y la araña hila su propia telaraña también
de manera natural y teleológica, e igualmente las plantas hacen crecer las
hojas para proteger sus frutos, las raíces no crecen hacia arriba, sino hacia
abajo, para buscar alimento, es evidente que existe una teleología y una causa
final en los seres que produce la Naturaleza y que existen naturalmente.”
Aristóteles,
Física, II
1) Explica con tus palabras la idea de teleología en
Aristóteles
2) ¿Estás de acuerdo con que todo en la naturaleza
funciona teleológicamente? ¿por qué?
Por ello es evidente que el hombre es un animal
político, mucho más que las abejas o que cualquier otro animal gregario. En
efecto, tal como decimos, la naturaleza no hace nada en vano y entre los
animales, el hombre es el único que posee el don de la palabra. La voz, en
efecto, es una señal de dolor y placer, y por ese motivo también se encuentra
en los otros animales, pero su naturaleza solo les permite manifestarse
recíprocamente las sensaciones dolorosas o agradables que experimentan. En
cambio, la palabra es capaz de expresar lo que es conveniente y lo que es digno
de reproche, y también lo que es justo y lo que es injusto. Este hecho, por
tanto, es específico de los hombres respecto del resto de los animales, pues el
hombre es el único que tiene la sensación del bien y del mal, de lo justo y de
lo injusto, y de todo el resto, y es precisamente el compartir este valor lo
que forma la familia y la ciudad.
Aristóteles, “Política”.
TEXTO QUINTA CLASE
El Mito de la Caverna
Platón
-Después de eso -proseguí - compara
nuestra naturaleza respecto de su
educación y de su falta de educación
con una experiencia como ésta.
Represéntate hombres en una morada
subterránea en forma de caverna, que
tiene la entrada abierta, en toda su
extensión, a la luz. En ella están desde
niños con las piernas y el cuello
encadenados, de modo que deben
permanecer allí y mirar sólo delante
de ellos, porque las cadenas les impiden
girar en derredor las cabeza. Más
arriba y más lejos se halla l luz de un fuego
que brilla detrás de ellos; y entre
el fuego y los prisioneros hay un tabique
construido de lado a lado, como el
biombo que los titiriteros levantan delante
del público para mostrar, por encima
del biombo, los muñecos.
-Me lo imagino.
- Imagínate ahora que, del otro lado
del tabique, pasan sombras que llevan
toda clase de utensilios y
figurillas de hombres y otros animales, hechos en
piedra y madera y de diversas
clases; y entre los que pasan unos hablan y
otros callan.
-Extraña comparación haces, y
extraños son esos prisioneros.
-Pero son como nosotros. Pues en
primer lugar, ¿crees que han visto de sí
mismos, o unos de los otros, otra
cosa que las sombras proyectadas por el
fuego en la parte de la caverna que tienen
frente a sí?
-Claro que no, si toda su vida están
forzados a no mover las cabezas.
-¿Y no sucede lo mismo con los
objetos que llevan los que pasan del otro del
tabique?
-Indudablemente.
-Pues entonces, si dialogaran entre
sí, ¿no te parece que entenderían estar
nombrando a los objetos que pasan y
que ellos ven?
-Necesariamente.
-Y si la prisión contara con un eco
desde la pared que tienen frente a sí, y
alguno de los que pasan del otro
lado del tabique hablara, ¿ no piensas que
creerían que lo que oyen proviene de
la sombra que pasa delante de ellos?
- ¡Por Zeus que sí !
- ¿ Y que los prisioneros no
tendrían por real otra cosa que las sombras de los
objetos artificiales transportados?
- es de toda necesidad.
- Examina ahora el caso de una
liberación de sus cadenas y de una curación
de su ignorancia, qué pasaría si
naturalmente les ocurriese esto: que uno de
ellos fuera liberado y forzado a
levantarse de repente, volver el cuello y
marchar mirando a la luz y , al
hacer todo esto, sufriera y a causa del
encandilamiento fuera incapaz de
percibir aquellas cosas cuyas sombras había
visto antes. ¿ Qué piensas que
respondería si se le dijese que lo que había
visto antes eran fruslerías y que
ahora en cambio, está más próximo a lo real,
vuelto hacia cosas más reales y que
mira correctamente? Y si se le mostrara
cada uno de los objetos que pasan
del otro lado del tabique y se le obligara a
contestar preguntas sobre lo que
son, ¿ no piensas que se sentiría en
dificultades y que considerará que
las cosas que antes veía eran más
verdaderas que las que se le
muestran ahora?
- Mucho más verdaderas.
- Y si se le forzara a mirar hacia
la luz misma, ¿ no le dolerían los ojos y trataría
de eludirla, volviéndose hacia
aquellas cosas que podía percibir, por considerar
que éstas son realmente más claras
que las que se le muestran?
- Así es.
- Y si a la fuerza se lo arrastrara
por por una escarpada y empinada cuesta, sin
soltarlo antes de llegar hasta la
luz del sol, ¿ no sufriría acaso y se irritaría por
ser arrastrado y, tras llegar a la
luz, tendría los ojos llenos de fulgores que le
impedirían ver uno solo de los
objetos que ahora decimos que son los
verdaderos ?
- Por cierto, al menos
inmediatamente.
- Necesitaría acostumbrarse, para
poder llegar a mirar las cosas de arriba. En
primer lugar miraría con mayor
facilidad las sombras, y después las figuras de
los hombres y de los otros objetos
reflejados en el agua, luego los hombres y
los objetos mismos. A continuación
contemplaría de noche lo que hay en el
cielo y el cielo mismo, mirando la
luz de los astros y la luna más facilmente que,
durante el día, el sol y la luz del
sol.
-Sin duda.
- Finalmente, pienso, podría
percibir el sol, no ya en imágenes en el agua o en
otros lugares que le son extraños,
sino contemplarlo cómo es en sí y por sí, en
su propio ámbito.
-Necesariamente.
-Después de lo cual concluiría, con
respecto al sol, que es lo que produce las
estaciones y los años y que gobierna
todo en el ámbito visible y que de algún
modo es causa de las cosas que ellos
habían visto.
- Es evidente que, después de todo
esto, arribaría a tales conclusiones.
- Y si se acordara de su primera
morada, del tipo de sabiduría existente allí y
de sus entonces compañeros de
cautiverio, ¿no piensas que se sentiría feliz
del cambio y que los compadecería?
- Por cierto.
-Respecto de los honores y elogios
que se tributaban unos a otros, y de las
recompensas para aquel que con mayor
agudeza divisara las sombras de los
objetos que pasaban detrás del
tabique, y para el que mejor se acordase de
cuáles habían desfilado
habitualmente antes y cuáles después, y para aquel de
ellos que fuese capaz de adivinar lo
que iba a pasar, ¿te parece que estaría
deseoso de todo eso y que envidiaría
a los más estaría deseoso de todo eso y
que envidiaría a los más honrados y
poderosos entre aquéllos? ¿ O más bien
no le pasaría como al Aquiles de
Homero, y "preferiría ser un labrador que
fuera siervo de un hombre
pobre" o soportar cualquier otra cosa, antes que
volver a su anterior modo de opinar
y a aquella vida ?
- Así creo también yo, que padecería
cualquier cosa antes que soportar aquella
vida.
- Piensa ahora esto: si descendiera
nuevamente y ocupara su propio asiento, ¿
no tendría ofuscados los ojos por
las tinieblas, al llegar repentinamente del sol?
- Sin duda.
- Y si tuviera que discriminar de
nuevo aquellas sombras, en ardua
competencia con aquellos que han
conservado en todo momento las cadenas,
y viera confusamente hasta que sus
ojos se reacomodaran a ese estado y se
acostumbraran en un tiempo nada
breve, ¿ no se expondría al ridículo y a que
se dijera de él que, por haber
subido hasto lo alto, se había estropeado los
ojos, y que ni siquiera valdría la
pena intenar marchar hacia arriba? Y si
intentase desatarlos y conducirlos
hacia la luz, ¿ no lo matarían, si pudieran
tenerlo en sus manos y matarlo?
- Seguramente.
- Pues bien, querido Glaucón,
debemos aplicar íntegra esta elegoría a lo que
anteriormente ha sido dicho,
comparando la región que se manifiesta por medio
de la vista con la morada-prisión, y
la luz del fuego que ha en ella con el poder
del sol; compara, por otro lado, el
ascenso y contemplación de las cosas de
arriba con el camino del alma hacia
el ámbito inteligible, y no te equivocarás en
cuanto a lo que estoy esperando, y
que es lo que deseas oír. Dios sabe si esto
es realmente cierto; en todo caso,
lo que a mi me parece es que lo que dentro
de lo cognoscible se ve al final, y
con dificultad, es la Idea del Bien. Una vez
percibida, ha de concluirse que es
la causa de todas las cosas rectas y bellas,
que en el ámbito visible ha
engendrado la luz y al señor de ésta, y que en el
ámbito inteligible es señora y
productora de la verdad y de la inteligencia, y que
es necesario tenerla en vista para
poder obrar con sabiduría tanto en lo privado
como en lo público.
- Comparto tu pensamiento, en la
medida que me es posible.
- Mira también si lo compartes en
esto: no hay que asombrarse de que quienes
han llegado allí no estén dispuestos
a ocuparse de los asuntos humanos, sino
que sus almas aspiran a pasar el
tiempo arriba; lo cual es natural, si la alegoría
descrita es correcta también en
esto.
- Muy natural.
- Tampoco sería estraño que , de
contemplar las cosas divinas, pasara a las
humanas, se comportase
desmañadamente y quedara en ridículo por ver de
modo confuso y, no acostumbrado aún
en forma suficiente a las tinieblas
circundantes, se viera forzado, en
los tribunales o en cualquier otra parte, a
disputar sobre sombras de justicia o
sobre las figurillas de las cuales hay
sombras, y a reñir sobre esto del
modo en que esto es discutido por quienes
jamás han visto la justicia en sí.
-De ninguna manera sería extraño.
- Pero si alguien tiene sentido
común , recuerda que los ojos pueden ver
confusamente por dos tipos de
perturbaciones: uno al trasladarse de la luz a la
tiniebla, y otro de la tiniebla a la
luz; y al considerar que esto es lo que le
sucede al alma, en lugar de reírse
irracionalmente cuando la ve perturbada e
incapacitada de mirar algo, habrá de
examinar cuál de los dos casos es: si es
que al salir de una vida luminosa ve
confusamente por falta de hábito, o si,
viniendo de una mayor ignorancia
hacia lo más luminoso, es obnubilada por el
respalndor.Así, en un caso se
felicitará de lo que le sucede y de la vida a que
accede; mientras en el otro se
apiadará, y si se quiere reír de ella, su risa será
menos
absurda que si se descarga sobre el alma que desciende de la luz.
TEXTO DE LA CUARTA CLASE
TEXTO DE LA TERCERA CLASE
Según
Sócrates, el saber y la virtud se identifican, en el sentido de que
el sabio, el que conoce lo recto, actuará también con rectitud.
Nadie obra mal a sabiendas y adrede; nadie escoge el mal en cuanto
mal.
Así
si un hombre se embriaga sin cesar, creyendo que éste es su
verdadero bien, peca por ignorancia, por no tener noción del bien
auténtico. Si supiese que su verdadero bien es no embriagarse, no se
embriagaría.
El
sabio se da cuenta de que es más ventajoso ser dueño de sí que lo
contrario; ser justo es preferible a ser injusto; ser valiente
conviene más que ser cobarde.
¿Estás
de acuerdo con el intelectualismo ético de Sócrates? ¿por qué?
TEXTO DE LA TERCERA CLASE
Un
estudiante, Euatlo, quería asistir a las lecciones de retórica de Protágoras
para poder ejercer de abogado, pero no disponía de recursos económicos.
Protágoras lo aceptó en sus clases con la condición de que cuando ganase el
primer pleito, le pagara todos los honorarios. Euatlo, encantado, aceptó el
trato y asistió a las lecciones de Protágoras hasta finalizar su formación; más
tarde decidió no dedicarse a la abogacía y, consecuentemente, no pagó a su
maestro. Protágoras le reclamó los honorarios, pero el estudiante no se veía en
la obligación de pagarle: ¡todavía no había ganado su primer caso! Ante la
amenaza de un pleito judicial, el astuto Euatlo argumentaba:
-No es necesario que vayamos a juicio,
Protágoras; si lo gano yo, siguiendo el mandato judicial, no tendré que
pagarte; si lo pierdo, como no habré ganado mi primer pleito, y ésta era
nuestra condición, tampoco tendré que pagarte. Así pues, Protágoras no vayamos
a juicio: seguro que lo perderás.
Pero Protágoras, experto en ver las dos
caras de toda cuestión, argumentaba: -Si vamos a juicio, y gano yo, tendrás que
pagarme por mandato judicial; si lo pierdo, tú habrás ganado tu primer pleito y
por nuestro antiguo pacto, tendrás que pagarme.
“El
lenguaje no comunica, es un arma de poder: ese es el núcleo esencial de la
tesis de Gorgias. Y el poder consiste en someter a los demás a la realización
de los propios intereses. … El lenguaje, pues, no se basa en la verdad, sino en
la persuasión. … La persuasión es eficaz, pero su eficacia no se basa en el
razonamiento, sino en la manipulación de otras dimensiones no racionales del
hombre. … La oratoria se basa en la labilidad psíquica del oyente, en su
susceptibilidad. En el diálogo que Platón dedicó a Gorgias éste pone un ejemplo
deslumbrante de su ideal de la retórica: soy capaz de curar, dice, a un enfermo
mejor que mi hermano, que es médico, porque él no sabrá inducir al enfermo a
llevar el régimen de vida ni a tomar los fármacos que le curarían; yo, con el
poder de mi palabra, sí.”
“Balada de la filosofía y de la ciencia” José
Ramón Arana.
1)
¿qué opinas de esta concepción del lenguaje?
2)
¿qué valor crees que se le otorga hoy a la palabra?
TEXTO DE LA
PRIMERA CLASE
“La Filosofía, tal como yo
entiendo esta palabra, es algo que se encuentra entre la teología y la ciencia.
Como la teología, consiste en especulaciones sobre temas a los que los
conocimientos exactos no han podido llegar; como la ciencia, apela más a la
razón humana que a una autoridad, sea ésta de tradición o de revelación. … Pero
entre la teología y la ciencia hay una tierra
de nadie, expuesta a los ataques de ambas partes: esa tierra de nadie es la filosofía.
La ciencia nos refiere lo que
podemos saber, mas lo que podemos saber es poco, y si olvidamos cuánto nos es
imposible saber, nos hacemos insensibles a muchas cosas de la mayor
importancia. La teología aporta una fe dogmática, según la cual poseemos
conocimientos en los que, en realidad, somos ignorantes y con ello crea una
especie de atrevida insolencia respecto al universo.
Enseñar a vivir sin esta seguridad
y, con todo, no sentirse paralizado por la duda, tal vez sea el mayor beneficio
que la filosofía puede aún proporcionar en nuestra época al que la estudia.”
B.
Rusell, “Historia de la Filosofía Occidental”.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL.
“HISTORIA
DE LA FILOSOFÍA”, FREDERICK COPLESTON, Barcelona, 1.994, Editorial Ariel. (9
tomos)
“OTRA
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA. POR QUÉ PENSAMOS LO QUE PENSAMOS.”, JULIO QUESADA,
Barcelona 2003, Editorial Ariel.
“DICCIONARIO
DE FILOSOFÍA”, José Ferrater Mora, Barcelona, 1.994, Círculo de lectores. (4
tomos)
“DICCIONARIO
DE FILOSOFÍA ABREVIADO”, José Ferrater Mora, Barcelona, 1.976, Editorial
Edhasa.
“DICCIONARIO
DE GRANDES FILÓSOFOS”, José Ferrater Mora, Madrid, 1.986, Alianza Editorial.
“HISTORIA
DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL”, Bertrand Rusell, Madrid, 2006, Espasa, Colección
Austral.
“EL
MUNDO DE SOFÍA”, JOSTEIN GAARDER, Madrid, 2007, Siruela.
“FILOSOFÍA.
INTERROGACIONES QUE A TODOS CONCIERNEN”, Víctor Gómez Pin, Madrid 2008, Espasa
Calpe.
“LA
AVENTURA DE PENSAR”, Fernando Savater, Barcelona 2008, Debate.
SOBRE
FILOSOFÍA ANTIGUA
“La Ilíada y la Odiosea”, Homero. Barcelona 1.971,
Círculo de lectores.
“Los orígenes de la filosofía”, Olof Gigon. Madrid
2012, Gredos
“La República”, Platón. Madrid 1.991, Alianza
Editorial.
“El banquete, Fedón, Fedro”, Platón. Barcelona,
1.991, Editorial Labor.
“Metafísica”, Aristóteles. Madrid, 1997, Austral.
“Ética a Nicómaco”, Aristóteles. 2002, Alianza.
“Sobre la felicidad” Epicuro, traducción de Carlos
García Gual. Madrid, 2000, Editorial Debate.
“El
epicureísmo”, Emilio Lledó. 2005, Taurus.
“Epicuro”,
Carlos García Gual. 2008 Alianza.
“La
secta del perro”, Carlos García Gual. Madrid, 2007, Alianza Editorial.
“La
filosofía helenística”, Carlos García Gual y María Jesús Ímaz. Madrid 2008,
Sínte
PLANIFICACION DEL CURSO DE FILOSOFIA ANTIGUA
UNA
APROXIMACIÓN A LA FILOSOFÍA ANTIGUA
Presocráticos,
Sócrates, Platón, Aristóteles, Helenismo
1. INTRODUCCIÓN. ¿Por qué la filosofía?
2. ORIGEN DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL. ¿Cómo, dónde y con
qué cuestiones fundamentales comienza la filosofía Antigua? Primeros filósofos
presocráticos.
3. PRESOCRÁTICOS. SOFISTAS.
4. SÓCRATES. PLATÓN.
5. PLATÓN. ARISTÓTELES.
6. ARISTÓTELES.
7. HELENISMO. Cínicos, escépticos, epicúreos y estoicos.
8. FIN DEL HELENISMO. PERSPECTIVA HISTÓRICA. ¿Qué pasó
en la filosofía posterior? Breve aproximación a los derroteros de la filosofía.
Respecto a Epicuro:
ResponderEliminarEl problema no es nuestra muerte sino la muerte de nuestros seres queridos.