martes, 27 de junio de 2023

Ermita de San Cristóbal. Aizarnazabal

 

En la ladera del monte Indamendi, partiendo de Aizarnazabal en las proximidades del bar Xiete se toma una desviación que conduce hacia el barrio de Saiatz. Tras unos dos kilómetros se llega a una pequeña plaza donde se encuentra la ermita de San Cristóbal de Saiatz que tiene adosada la casa seroral que se conoce como Caserío Ermita. San Cristóbal mártir nació en Licia (Asia Menor). La leyenda cuenta que murió asaeteado en la persecución de Decio a mediados del siglo III. Es patrón de automovilistas, chóferes, transportistas, armeros, fruteros, taberneros y hosteleros.

 

 

Conforme con Murugarren la fecha de los primeros manuscritos es la de 1580 bajo el nombre de San Cristóbal de Saiatz mientras que hay quien la considera no solo la primitiva iglesia parroquial de Aizarnazabal sino incluso el primer templo construido en Guipuzcoa.

Aguirre Sorondo nos describe el templo “Se trata de un edificio rectangular de 11 m de largo y, 7,5 m de ancho con atrio y casa seroral adosada. Esquinales y vados de piedra de sillería. Cubierta a dos agua. Porche a su entrada y puerta principal con dovelas de piedra arenisca posiblemente del siglo XV. A la derecha aguabenditera tallada con tres cruces que da paso a la portada de arco apuntado. En la parte trasera, inscrita la fecha “1861”. Campanil encima del lienzo izquierdo. Sacristía a la derecha del ábside con una ventana al exterior. Altar orientado al NE. El coro y las vigas están pintadas en azul añil mientras que los muros combinan un azul más claro y blancos. Construido sobre una viga mayor soportada por otra en pie derecho, con escalera de entrada a la izquierda”

Interesante retablo renacentista atribuido a Andrés de Araoz. Pilastras de capiteles corintios y ornamentos vegetales.Veneras rematando las hornacinas del retablo. En el centro, una imagen de San Cristóbal portando en hombros a Jesús de la primera mitad del XVI. El resto de las figuras en bajorelieve. A la derecha del titular, escena de dos arqueros disparando sus flechas a un toro. A la izquierda San Gabriel venciendo a los ángeles enemigos. En la predela central, el sagrario con una cabeza de Cristo. A su diestra, separado por un posible Santiago, San Juan Evangelista y a su izquierda, mediando otros santos, el Evangelista. Corona el retablo el Padre Eterno, con la bola del mundo en sus manos.

 

 

 

En 1756 los patronos nombran para el puesto de serora a Rosa de Alcorta a lo que se opuso Graciana de Narvarte alegando en su favor que contaba 39 años (hay que recordar que para nombrar serora a una mujer debía de tener más de 40 años) mientras que Rosa sólo tenía 23 años. Tras el oportuno pleito, se designa como serora a Graciana. En 1821 un gran vendaval arrasa su tejado elevándose su reparación a 1200 rs v pagados con fondos de la parroquia.Fue restaurada en 1987 con subvenciones de la Diputación Foral de Guipúzcoa (5 millones en 1986 y 475.000 al año siguiente). Es de destacar que desde siempre la ermita ha tenido un cuidado permanente digno de señalarse

Existen numerosos ritos en la ermita. Los moradores de la casa vecina hacen sonar la campana todos los días tres veces: al amanecer, hacia las 6 de la mañana a la que llaman matutina (33 golpes); a mediodía hamabitan (tres golpes) y al caer la tarde, hacia las 7 en invierno y algo más tarde en verano Angelus (12 golpes). Hasta no hace mucho, entre la Santa Cruz de mayo y Santa Cruz de setiembre, añadían cinco toques más a cada toque para protección de los campos. Cuando se presentaba peligro de tormenta y pedrisco se hacía sonar el tromoi-kanpaia.

El 4 de febrero víspera de Santa Agueda acude gente a tocar la campana pues se cree que con su sonido se elimina y protege el dolor de cabeza. Otros llevan mazorcas de maíz y granos pues piensan que con su sólo sonido quedan bendecidos; después unos se utilizan para siembra y otros para dar de comer a personas y como protección de animales. Se pide al santo contra la peste y enfermedades contagiosas, por los moribundos, cuando se tiene problemas con los oídos retirando un poco de aceite de la lámpara, colocándolo sobre el miembro enfermo y poniendo nuevo aceite en sustitución. Se reza y encienden una vela para recuerdo de las peticiones y sobre todo, es costumbre acudir a la ermita y encender una vela cuando va a examinarse del carnet de conducir.

El 10 de junio, festividad de San Cristóbal y el siguiente San Bernabé (se celebra como San Cristóbal Txiki) se celebran misas acudiendo campesinos de los más apartados caseríos de Alzola de Aya. Antiguamente se subía en rogativas desde la iglesia de San Miguel de Aizarnazabal. Las fiestas se celebran el fin de semana más próximo. El sábado por la noche baile con trikitixa. El domingo misa popular (casi siempre a templo lleno abundando familias acompañadas de sus críos). En el momento de la consagración se lanzan tres cohetes al aire. Tras el rito, en la campa cercana, juegos populares con aizkolaris, korrikalaris y rosquillas. Por la tarde torneo de mus al que acuden las mejores parejas de la comarca, concluyendo la jornada con un baile.

 

BIBLIOGRAFIA

AGUIRRE SORONDO Antxon

“Los cultos de dulia, protodulia, hiperdulía y latria en Gipuzkoa”. RSBAP LIX 2003-2 pag 416.

AGUIRRE SORONDO, Antxon y LIZARRALDE ELBERDIN Koldo

“Ermitas de Guipuzcoa”pag 29 Fundación José Miguel Barandiarán. Ataun 2000

ERENCHUN ONZALO, JUAN

“Arrona-Aizarna-Oiquina-Aizarnazabal-Iraeta-San Miguel de Artadi”. pp. 60 Caja de Ahorros Municipal. 1975

IRIGOYEN Domingo de

“Ermitas e Iglesias de Guipuzcoa”. Eusko Folklore Tomo XIV pag. 24. Vitoria 1934

MURUGARREN ZAMORA, Luis 

“Relación de puntos religiosos de Guipuzcoa”. BRSVAP  Año XXVIII Cuaderno 1º pag 61. San Sebastián 1972

PEÑA SANTIAGO LUIS

“Fiestas tradicionales y romerías de Gipuzkoa”pag 24. Ed. Txertoa San Sebastian 1973