martes, 31 de diciembre de 2019

Visita a Chillida Leku


Estimado socio y cursillista
Os presentamos una nueva salida de medio día organizada desde la propia Asociación correspondiente a los Cursos ACEX-ESCE 2019/20 para conocer en Hernani CHILLIDA LEKU y efectuar una comida en el Restaurante Jauregui de Hernani (a unos 1.000 metros del Museo). La salida incluye ambos conceptos.

Destino: CHILLIDA LEKU
             Fecha: 24 de enero de 2020
Precio: visita guiada y comida incluida: 30 euros
Programa
·         Visita guiada Chillida Leku (11,30 de la mañana)
·         Comida en el Restaurante Jauregui de Hernani.

Al tratarse de visita guiada, si hubiese más de 20 personas, el siguiente grupo la haría con una demora de 15 minutos. Es necesario estar en el Museo, 15 minutos antes de la hora de visita.

El ingreso se realizará en KUTXA ES26 2095 5001 0310 6261 0844, entre el 2 y el 15 de enero, indicando el nombre y apellidos (socio o no) de quien lo hace. La plaza se adjudicará en función del orden del ingreso en Kutxa. La fecha límite para efectuar el ingreso será el 15 de enero.

La Asociación no va a facilitar el desplazamiento por existir transporte público hasta el mismo Museo (Línea G2-Lurraldebus con salida cada media hora desde Reina Regente y parada en el mismo Chillida Leku) .El traslado al restaurante de quienes hayan utilizado el autobús, se efectuará utilizando las plazas libres de los coches particulares en uno o varios viajes si así fuese necesario.

La Junta Directiva

domingo, 29 de diciembre de 2019

ELCANO.

Hace 500 años  18 hombres dan la primera vuelta al mundo.
https://www.rutaelcano.com/

domingo, 8 de diciembre de 2019

La Cestera


La cestera (un pequeño homenaje)

Cuando vas llegando a cierta etapa de la vida, aparecen en tu mente recuerdos, quizás no olvidados pero en un segundo plano, sobre todo de las épocas más lejanas de tu existencia, por ejemplo la niñez y la adolescencia.

Dicen que no hay que mirar al pasado y que, a cierta edad, debemos centrarnos principalmente en el presente, porque nuestro futuro es bastante precario. A mí sí me gusta echar la vista atrás y recordar esos momentos, unos felices y otros no tanto, pero que forman parte de mi existencia y en algunos casos del entorno en el que ha transcurrido mi vida. Además creo que nuestros niños y jóvenes tienen que conocer cómo eran nuestras costumbres a su edad, porque hay cosas que no cuentan los libros ni los periódicos.

Ese es el caso de “La cestera”. Supongo que las personas de mi generación que lean esto las recordarán perfectamente. Se colocaban estratégicamente en las calles en las que había algún cine (oficial o parroquial).

Yo recuerdo perfectamente la cestera que se ponía en la esquina de la calle Trueba, frente a las taquillas y entrada al cine por la que se llegaba al piso alto, es decir “gallinero”. Estas eran las localidades a las que tenían acceso los adolescentes y los que no tenían “posibles” para anfiteatro y butaca. Por supuesto el “gallinero” era la entrada más barata.

Antes de entrar al cine comprábamos en la cestera las chuches que nos permitía nuestra paga dominical, que creo recordar que solía ser de 2,50 ptas. Con ese dinero hacíamos milagros: 10 tiras de chicle a 0,10 ptas. c/uno y un chupete de caramelo (todavía no existían o no estaban de moda los chupa-chups), y si nos llegaba, una tira de regaliz o un chicle cheiw que era más caro porque hacía más globos.

Con todos estos tesoros entrábamos a ver la película –tolerada, por supuesto- y así pasábamos nuestra tarde de domingo perfecta.



sábado, 7 de diciembre de 2019

Somos libres.


Qué bien que nos llegó el paquete.
Qué bien que nos llegó el paquete.
El ceodos nos mata
El ceodos nos mata
Qué bien que nos llegó el paquete del otro lado del mundo
Qué bien que nos llegó el paquete del otro lado del mundo
El ceodos nos mata
El ceodos nos mata
Las tiendas se cierran
Las tiendas se cierran
El ceodos nos mata
El ceodos nos mata
Las ciudades están tristes
Las ciudades están tristes
El ceodos nos mata
El ceodos nos mata
Viajemos al fin del mundo
Viajemos al fin del mundo
El ceodos nos mata
El ceodos nos mata
Somos libres de matar el mundo
Somos libres de matar el mundo
El ceodos nos mata
El ceodos nos mata
Tenemos el derecho de decidir
Tenemos el derecho de decidir
El ceodos nos mata
El ceodos nos mata


 

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Música A. Copland.

Aaron Copland fue un compositor de música clásica y de cine estadounidense de origen ruso-judío. Su obra está influida por el impresionismo y en especial por Igor Stravinski. Destacó junto a George Gershwin como uno de los compositores más importantes de la identidad musical de Estados Unidos en el siglo XX. Wikipedia

jueves, 14 de noviembre de 2019

El japonismo de Van Gogh


El japonismo de Van Gogh

La apertura japonesa en la Era Meiji –a mediados del siglo XVIII- supuso la llegada a Europa de numerosos objetos nipones que cautivaron a coleccionistas y artistas. Esta moda, denominada “japonismo” sedujo a Europa, favoreciendo el desarrollo de grandes colecciones, como, por ejemplo, la de grabados japoneses de Vincent Van Gogh, de los que se inspiró, e incluso copió, sobre todo durante la época de su estancia en París, donde se instala con su hermano Theo, en Montmartre, en 1886. Esta influencia se refleja en sus obras (observación de la naturaleza, retratos de medio cuerpo con mucho color, uso de colores fuertes y planos…) y en su pasión por los grabados  ukiyo-e.
La primera obra en la que plasma esta influencia nipona es “La cortesana de Eisen”. Posteriormente pinta otros cuadros japonistas como “Puente bajo la lluvia”, “Retrato de Père Tanguy”, “La Mousmé” o “Almendro en flor”.
El 21 de febrero de 1888 se desplaza a Arlés y a partir de ahí acaba con la influencia del japonesismo.


 

sábado, 9 de noviembre de 2019

¡Oh, Capitán!


¿Quién escribió este verso?

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Nuestro azaroso viaje ha terminado;
El barco capeó los temporales, el premio que buscamos se ha ganado;
Cerca está el puerto, ya oigo las campanas, todo el mundo se muestra alborozado,
la firme quilla siguen con sus ojos, el adusto velero tan audaz.
Pero, ¡Oh, corazón! ¡Corazón! ¡Corazón!
Oh, se derraman gotas rojas
en la cubierta donde yace mi Capitán
caído, frío y muerto.
¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán! Levántate y escucha las campanas;
levántate —por ti la enseña ondea— por ti suena el clarín;
por ti son las guirnaldas y festones —por ti se apiñan gentes en la orilla;
por ti claman, la inquieta masa a ti se vuelve ansiosa.
¡Escucha, Capitán! ¡Querido padre!
Te pongo el brazo bajo la cabeza;
Un sueño debe ser que en la cubierta
hayas caído frío y muerto.
Mi Capitán no contesta, están sus labios pálidos e inertes;
Mi padre no es consciente de mi brazo, no tiene pulso ya ni voluntad.
El barco sano y salvo ha echado el ancla, el periplo por fin ha concluido;
del azaroso viaje, el barco victorioso regresa logrado el objetivo.
¡Exultad, oh, costas!, y ¡sonad, oh, campanas!
Mas yo, con paso fúnebre recorro
la cubierta donde yace mi Capitán
caído, frío y muerto.
Walt Whitman

Ermita de San Bartolomé en Zegama



La ermita de San Bartolomé se sitúa en una de las laderas que caen hacia el valle de Andueza donde se levanta el casco histórico de Zegama, llamado así por el Caserío Andueza hoy sede del museo de la Madera, a unos 400 metros de la parroquia. Sostiene el saber popular que fue la primitiva parroquia de Zegama, creencia que aparece corroborada por los enterramientos descubiertos en su interior y por el hecho que las fiestas del pueblo se celebren de antiguo por San Bartolomé y no por San Martín, titular de la parroquia. La primera datación documental es de 1488; sin embargo las últimas catas arqueológicas han hallado en su interior restos de época románica. Fue pasto de las llamas y se reconstruyó en época gótica.

Cuando se construyó la nueva parroquia de San Martín, la antigua iglesia de San Bartolomé pasó a ejercer como ermita considerándola la tradición popular como la primitiva parroquia de Zegama. Indicios sobre ello lo aporta el capitel románico, realizado en piedra arenisca que se corresponde por la dirección de la talla, al lado izquierdo de una ventana o portada. Muestra un cascarón monstruoso, de orejas puntiagudas, ojos almendrados y fila de dientes afilados, de cuya fauces, salen simétricamente unos ramajes entrelazándose incluso cuerpos serpenteantes, decorado de una fila de besantes. Motivos ornamentales semejantes aparecen en la ermita de San Miguel de Zumetzaga en Bizkaia, pudiendo ser un tema original de los talleres de Estíbaliz, cuyos motivos ornamentales tuvieron gran difusión en el siglo XIII, no sólo en Alava, sino también en las provincias limítrofes. Sin embargo, no hay pruebas documentales ni otros indicios que validenesta hipótesis, pues las primeras noticias documentales conocidas datan de finales del siglo XV (1488) y su configuración actual se relacionacon obras de reconstrucción encuadrables en época barroca.

 

Es un edificio rectangular de 15,4 m. de largo y 12,3 m. de ancho, orientado al NE con tejado con cuatro vertientes. En el muro derecho la puerta de entrada a la que se accede superando cinco peldaños, con dos aguabenditeras, una posiblemente románica y la otra con estela tabular de caliza gris que lleva la inscripción “ANO 1731 JU.BAUBTA DE BERASATEGUI”. En el mismo muro, una ventana a la altura del presbiterio. En el izquierdo otra puerta, aspillera a la altura del presbiterio y ventana bajo el coro. En el muro zaguero otra ventana. Gran espadaña de piedra sobre el coro, con cruz recruzada de hierro forjado en el ático. La campana lleva escrita una invocación a Santa Bárbara. En el interior, dos vigas sostienen toda la estructura de madera, con vigas de unión, postes de carga y tornapuntas. El retablo principal es renacentista, policromado en blanco y oro. En el centro, en una hornacina entre pilastras, la talla del titular con acróteras en el primer nivel. Sobre ésta un óleo del martirio de San Bartolomé con tímpano triangular en el ático. A cada lado retablos sencillos: el de la derecha, entre dos columnas corintias, alberga tallas de San Andrés y San Antonio Abad o San Antón; el de la izquierda es similar, con el bulto de Santo Domingo de Guzmán y dos angelotes a los lados del altar.



Según un antiguo documento de 1 Abril de 1689, Juan de Zaldúa (maestro cantero) y Esteban de Larraza (maestro carpintero) fueron requeridos por Pedro de Iturburu para “medir y tantear la obra de cantería y carpintería de dha casa y hermita” tasando el importe de las obras realizadas en 1876 reales de vellón. Las obras se ejecutaron gracias a los cien ducados que aportó María de Iturburu al tomar posesión de su cargo como serora en sustitución de Domenja de Berasategui, ya fallecida, cantidad que analizada comparativamente con el costo de otras obras similares de esa época, la sitúa como intervención de cierta envergadura. En 1657, María es cesada en sus funciones porque “se había hecho indigna por sus tratos ilícitos con una persona cuyo nombre se oculta”. Sus posteriores reclamaciones no se tienen en cuenta por lo que la vacante pasa a María Otaegui Gorosábel. Al entrar en 1694 Mariana Otaegui y Unzurruzaga dona 70 ducados, una cama y un arca. Le seguirán Magdalena de Aseguinolaza, Francisca de Lazcano desde 1718, y María Isabel de Irimo desde 1741.

Posteriormente se han acometido otras reformas, más si tenemos en cuenta que desde hace tiempo la ermita de San Bartolomé ejerce funciones de capilla del cementerio que se construyó en sus inmediaciones, posiblemente en el siglo XIX.Fue precisamente la aparición de humedades procedentes del terreno del cementerio anexo que ocupa una cota ligeramente más elevada, y el mal estado de conservación de la cubierta, los detonantes del inicio en 1997 de obras de restauración, que tras abordar la impermeabilización de los muros y renovación de la cubierta, culminaron con trabajos de acondicionamiento interior. Se recibieron subvenciones de la Diputación en 1987 y 1998.En setiembre de 1997 el techo de la ermita se encontraba muy deteriorado y lo que comenzó como un remiendo, terminó con la restauración de la primitiva iglesia parroquial de Zegama. “Los vecinos la conocen porque el cementerio del pueblo está al lado, pero no se han preocupado nunca por ella” señala Ramón Aguirre. “El primer esfuerzo empezó en el tejado y después le tocó el turno al interior. La última vez que se tocó esta ermita fue hace 40 años y se hizo una chapuza, tapar los ladrillos rojos de suelo con unos nuevos. La remodelación anterior databa de hace 310 años. Por ello estaba todo muy abandonado, y lo peor, era que la humedad corroía la estructura del edificio”. El Obispado, Diputación y las aportaciones de particulares hicieron posible el renacimiento de la primera iglesia de Zegama.La importancia de la madera en el templo provocó que fuese muy cuidada a la hora de la restauración, exigiendo la Diputación que la madera que se utilizase fuese vieja y toda ella de roble ya que junto con la ermita de la Antigua de Zumárraga es uno de los mejores templos en Guipuzcoa para contemplar el trabajo realizado con madera.

Junto al altar, se encuentra otro magnífico retablo obra de Gregorio Hernández, realizado para la parroquia de Zegama siendo posteriormente trasladado a esta ermita en el siglo XIX (Gregorio Hernández realizó tres retablos en Guipúzcoa: uno para las franciscanas de Eibar, otro para el santuario de Aránzazu, que se quemó en la 1ª Guerra Carlista, y el que nos ocupa. Aprendiz suyo fue el zegamarra García Berasateguique trabajó en sus talleres de Valladolid). Es un retablo policromado de tres niveles y tres calles. Los laterales del primer nivel están vacíos y le falta la puerta del sagrario. A los lados del sagrario, pequeñas tallas de santos franciscanos entre ocho columnas corintias con fustes estriados. En el segundo nivel un Ecce Homo flanqueado por dos santas, todo entre ocho columnas similares a las descritas. En el ático seis urnas y en el centro una linterna con cúpula terminada en orbe. En las reformas realizadas en 1959 aparecieron bajo su suelo abundantes restos humanos.Los problemas de humedad afectaron al conjunto escultórico y hoy, se encuentra en el depósito del Museo Diocesano.

 
Famosas fueron las peregrinaciones que se celebraban el día segundo de Pentecostés hacia Oñate. Leonardo Guridi describe que durante la Misa mayor de ese día, un delegado del Ayuntamiento recolectaba limosnas, consistentes en un real por cabeza de familia para los gastos de la peregrinación. A las dos de la tarde repicaban las campanas de la torre y congregada la gente del pueblo en la parroquial, sale procesionalmente hasta el prado de Andueza o ermita de San Bartolomé donde se despedía al grupo de peregrinos. La marcha, la preceden los tamborileros y pendones del Santísimo Rosario y San Bartolomé. Las autoridades montan a caballo y el pueblo escala a pie la cumbre del Aloña. En el alto de Arriurdiñaga, cada peregrino se sienta sobre una roca llamada la silla de la Virgen y recita el Credo. Todos beben el agua del manantial llamado la fuente de la Virgen. Era costumbre que cada individuo trajese una rosa de pan para ofrendar a la Virgen. En el Santuario se canta la benedicta. Al día siguiente,previa confesión, comulgan todos. Luego se celebra una Misa solemne. Las autoridades se hospedan dentro del convento, el pueblo lo hace en las hospederías, corriendo por cuenta del Ayuntamiento los gastos de alojamiento. Para las cinco de la tarde la peregrinación debía estar de regreso en Andueza donde les aguardaban la gente del pueblo con la imagen del Santísimo Rosario. El pendón que vuelve de Aránzazu da un beso de paz a la Virgen del Rosario. Las autoridades distribuyen rosquillas traídas de Aránzazu, y con ellas se come cuajada silvestre que se compra en los puestos de venta del prado. Luego, la procesión que termina en la parroquia. Acto seguido, el Ayuntamiento distribuye pan y vino gratuitamente en la plaza. La gente joven baila hasta la hora de las Avemarías.

Zegama celebra sus fiestas patronales con motivo de San Bartolomé. La víspera hay misa rezada en la ermita y en su día, la imagen se bajaba procesionalmente a la parroquia acompañada de txistularis, autoridades y pueblo en general. Tras su llegada a la parroquia se celebra una misa solemne con sermón. Al día siguiente, 24 de agosto, día del santo, se celebra una misa en la ermita en memoria de los fieles difuntos con diana de txistularis, vaquillas emboladas en la plaza, pasacalles, fuegos artificiales, volteo de campanas, romería y bailables,destacando entre las ceremonias religiosas la Misa.El lunes siguiente hay liturgia por los difuntos del barrio. Iparraguirre señala que la ermita tenía una cofradía a la que sólo podían pertenecer los de familia noble, según la Real Provisión de Castilla de 13 de julio de 1594. Hasta los años sesenta se tocaban las campanas de esta ermita en cuatro circunstancias: cuando salía el viático a asistir a algún vecino, a su muerte, durante los conjuros y cuando soplaba viento huracanado (cosa habitual en la zona). Hasta 1983, en Viernes Santo se ascendía a la ermita en vía crucis desde la parroquia.

Acuden a la ermita las madres con hijos tardos en empezar a hablar o con desarreglos en el sueño. Para curarlos, si son de corta edad, se les sube al altar mientras la madre reza un padrenuestro. Luego se ofrenda una vela y algún dinero. Gurutz Aguirre también señala que se le invoca contra el lloro y el mal de tripas.

BIBLIOGRAFIA

AGUIRRE SORONDO, Antxon y LIZARRALDE ELBERDIN Koldo
“Ermitas de Guipuzcoa”. Pag 386. Fundación Jose Miguel Barandiaran. Ataun 2000
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DIPUTACION FORAL DE GIPUZKOA
“Ondare Historiko-Artistikoaren Zaharberrikuntza GIPUZKOA 1995-1998 Restauración del Patrimonio Histórico Artístico”. Pag 169 Diputación Foral de Gipuzkoa. San Sebastián 2000
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GORROCHATEGUI Jose Andrés y ARACAMA José Antonio
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“La religiosidad del pueblo. Oñate”. Revista de Eusko Folklore 1924,  pag 97 Vitoria 1924.
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“Ermitas e Iglesias de Guipuzcoa”. Anuario de Eusko Folklore Tomo XIV pag. 19. Vitoria 1934
PEÑA SANTIAGO LUIS
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“Fiestas tradicionales y romerías de Gipuzkoa”. Pag 114. Ed. Txertoa 1973 San Sebastian.
ROMANICO DIGITAL
“Todo el románico a su alcance”. Tomo Gipuzkoa. Pag 162