CARMEN BAROJA y NESSI
(1883-1950)
Carmen Baroja, hermana de Ricardo y Pío Baroja y madre de
Julio y Pío Caro Baroja.
Nace en Pamplona, un 10 de diciembre.
Su padre Serafín Baroja Zornoza, ingeniero de minas con
inquietudes artísticas, la madre Carmen Nessi Goñi una matriarca tradicional,
chapada a la antigua. Sus hermanos, Darío, Ricardo y Pío.
Los tres hermanos –Darío murió en plena juventud - estaban
muy unidos, y llevaban una intensa vida social y cultural, juntos conocieron a
futuros artistas y literatos como Valle-Inclán, Azorín, Anselmo Miguel Nieto,
Manuel Azaña, Cipriano de Rivas Cherif, los Zubiaurre, tan amigos de Carmen
como de sus hermanos.
Este ambiente familiar marcó su formación. Según dejó
escrito su hijo Julio llegó a dominar el francés, se manejaba con soltura en
inglés, se convirtió en una virtuosa pianista y tuvo acceso a “una porción de
cosas que eran novedades por entonces”, por ello soñaba con tener una profesión
o un oficio para independizarse y “andar libre, sin dedicarse a la vergonzosa
caza del novio”.
Por motivos de salud pasa una temporada en la sierra de
Guadarrama donde entró en contacto con el círculo de la Institución Libre de Enseñanza, integrado por personajes como el
matrimonio Menéndez Pidal-Goyri, modelo de pareja intelectual, que produce un
gran entusiasmo en su ánimo juvenil.
A su regreso a casa, su hermano Ricardo le presta su
estudio-taller y le enseña a labrar metales y, en 1906, acompañada por Pío, se
traslada a París donde permanecen durante seis meses en una residencia de
estudiantes.
Las relaciones
intelectuales de ese período así como los premios conseguidos en las Exposiciones
Nacionales de Bellas Artes le dieron cierto renombre y fueron cruciales para
ella.
Pero en 1912 al fallecer su padre, un hombre alegre y
sociable, se produce un profundo cambio en la vida familiar, el ambiente se
vuelve más rígido.
Desde 1913 hasta 1925 desaparece de la escena pública, etapa
de la que no gusta hablar y menos escribir. Es en 1913 cuando contrae
matrimonio con Rafael Caro Raggio, gran aficionado a las artes plásticas,
motivo que le acercó a los Baroja. Más adelante fundó la Editorial Caro Raggio,
publicando preferentemente la obra de sus cuñados y de su amigo Azorín. En 1931
deciden cambiarse a la editorial Espasa-Calpe, lo que provocó que los hermanos
se distanciaran.
Al regresar a la vida pública, en 1926, participó en la
puesta en marcha de una compañía de teatro de cámara El mirlo blanco y en la fundación en Madrid del Lyceum Club Femenino que provocó un gran escándalo en los sectores
conservadores y sobre todo en la Iglesia
católica. Estuvo presidido por María de Maeztu, y en su junta figuraban mujeres
tan ilustres como Isabel Oyarzabal y Victoria Kent, Zenobia Camprubí , Clara
Campoamor y tantas otras.
Se pudo considerar una mujer afortunada entre las de su
época ya que sus inquietudes intelectuales fueron atendidas por su padre y
hermanos y, según dejo escrito su hijo Julio “había nacido en una época en la
que las mujeres de cierto sector de la burguesía española, sobre todo las que
vivían en Madrid, comenzaron a recibir, de una forma u otra, una educación
superior a la tradicional y desde luego menos llena de gazmoñerías y
ridiculeces”.
Pero ella era una Baroja por los cuatro costados y sus
reflexiones sobre la familia o la vida cotidiana son desabridas y cargadas de
pesimismo, siendo lo mejor de su crónica el retrato de la sociedad que le
rodea, a pesar de “la tristeza, la nostalgia y el aburrimiento” que según ella
ha padecido toda su vida.
En sus Recuerdos de
una mujer de la generación del 98 escribe, “esto parece una pedantería y
hasta puede que lo sea, pero yo pienso que los gustos, las ideas y el carácter
todo mío llevan el sello de lo que yo supongo que era esta época"
Marigorri
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