domingo, 16 de abril de 2017

Por las islas griegas.


En una de las interesantes páginas del libro "LAS ISLAS GRIEGAS" de L.Durrell. Me transporto con él a Rodas Lindos.

Su mente le dirá: “¡Vamos, salta!” , y por un largo instante  quedará en suspenso  entre el mundo de los muertos  y el de los vivos, colgado como una mosca al borde de la ciudadela . El templo de Lindos(Rodas) es un lugar extraordinario, tan ligero y etéreo, tan puro y armónico con el cielo por encima. Uno suspira por saber qué estatuas reposaban aquí. Es mucho mas impresionante que Sunion o Erix en Sicilia. Uno lamenta la intrusión de bizantinos y caballeros; todo lo melifluo cristiano debería ser arrancado para que el alma pagana del recinto flotase libre en recuerdo de los tiempos en que las aspiraciones de la mente humana se inclinaban ante el poder y el terror de la naturaleza. El lugar resuena con su pasado, como un acorde musical que solo la mente percibe.

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