martes, 5 de mayo de 2020

Ermita de San Sebastián - Orendain



ORENDAIN – ERMITA DE SAN SEBASTIAN

La ermita de San Sebastian, Jaun Donosti o Jandosti en el habla popular, está dedicada al santo de Ostia. Queda al pie del monte Garbile, sobre el paso del abandonado camino público (berri-bidea) que subía desde Alegi hacia Abalcisqueta y Larraitz. De aquí partía la desviación hacia la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción de Orendain de la que dista 400 metros. Junto a ella el caserío Jaundonosti si bien antiguamente existía otro, al que llamaban Plazuela que ejercía de antigua casa seroral.

 

Madoz la inventaría en el Diccionario Geográfico Histórico de 1802 si bien Murugarren retrotrae su existencia hasta 1602. Iñaki Linazasoro señala que en ella se efectuó una importante reconstrucción en 1734. Y como bien cita Luis Pedro Peña Santiago, “no hay que ignorar que junto a este templo cruzaba una ruta muy antigua de trashumancia, y caminantes entre Gipuzcoa y Navarra, viniendo del zubi-zarra de Alegi hasta Orendain, para seguir hacia el viejo reino pirenaico por Abaltzisketa y calzadas que se internaban en la sierra de Aralar, camino de la Barranca navarra, y los pasos en dirección al valle de Larraun e Irurzun”. Prácticamente, hoy día no queda nada de esa ruta empedrada. Sólo la ermita de San Sebastián parece empeñada en mantener vivo el recuerdo por la protección ejercida sobre los caminantes. La tradición señala que hace muchos años, en el caserío Jauregi se dio un brote de peste (izurriñe) y para combatirla, sus moradoras, unas mujeres solteras (neskazarrak) construyeron la ermita a sus expensas.

Antxon Aguirre Sorondo la describe como un edificio rectangular con ábside trapezoidal orientado al este, de 8,45 m de largo y 4,6 m de ancho. Su entrada está protegida por un pequeño atrio, demasiado pequeño para los que se acostumbran a ver en nuestros templos de montaña como Larraitz, Elosiaga, Elkano, San Prudencio de Getaria, y tantos más. Puerta de entrada con ventana de medio punto a cada lado y, en el marco de madera del dintel, se lee "SEBASTIAN DEUNAREN BASELIZA". Sobre la puerta, un ojo de buey con espadaña de hierro forjado y una cruz sobre orbe. En el muro derecho una ventana a la altura del presbiterio y otra en mitad de la nave. En la entrada, un cancel con aguabenditera a su derecha.

El retablo es de madera natural, sin policromar, con cuatro columnas corintias y en el centro la talla de un San Sebastián con bigote que deja caer su mano izquierda y levanta la derecha en señal de paz, mientras recibe los flechazos.La talla del titular es original, estilizada, amanerada y manierista. El retablo presenta tres huecos donde había otros tantos cuadros, uno dedicado a Valentín de Berriochoa. En su coronamiento, tímpano semicircular con urna. Cuatro filas de bancos a cada lado del pasillo central. En la pared izquierda un cuadro de la Virgen del Perpetuo Socorro y en la derecha, un pequeño crucifijo. Posee coro con estructura de madera con cabezas de algunas de sus vigas talladas. Las cerchas de la armadura de la cubierta están a la vista. Está enlucida exterior e interiormente. Hasta hace pocas fechas no poseía energía eléctrica por lo que, para los oficios, se extendía un cable desde el caserío Jaundonosti situado junto a la ermita. Cuando se realizaron las obras de la parroquia se trasladó a la ermita un confesionario que allí ha quedado.



Lo que quizá pueda producir sorpresa es que la devoción de ofrendar aceite para la lámpara del altar está muy arraigada. El peregrino llega hasta el templo, reza unos minutos, y allí queda el aceite que dará luz noche y día al interior tal vez por devoción, por cumplimiento de una promesa… Luis Pedro Peña Santiago señala que el rito viene de muy atrás, pasando por ser tradición de generación en generación “Como recogí años atrás en el caserío JaunDonosti, la etxekoandre, ya muy anciana, me dijo que se hacía así para alumbrar y guiar en el camino a los viajeros, que se veían en ese paraje alcanzados por la noche. Así lo habían hecho siempre también sus padres, y los padres de sus padres…”.

 

Hasta 1953, el día de la Virgen del Rosario, se iba en procesión desde la iglesia parroquial hasta la ermita donde se han celebrado bodas como la de Juanita Arsuaga Izaguirre, hacia 1957. Hasta 1963 aproximadamente, la serora pasaba dos veces al año por los caseríos de la zona para postular maíz y trigo. Sus propietarios le entregaban cada vez una lakaria (unos 3 kilos) mientras que los inquilinos sólo hacían media lakaria; a cambio, la serora se obligaba a mantener encendida una luz junto al santo, día y noche, luz que se mantiene todavía.

Ante la inminencia de un parto en el ganado del caserío, los baserritarras ofrecen aceite para su lamparilla. Es habitual frotar las verrugas con una moneda que luego se deposita en el cepillo dela iglesia. Lo mismo hacen los fieles afectados por verrugas (karatxoak).

En 1949 se hicieron importantes obras de arreglo tanto del techo como paredes pero, a la vista del mal estado de la cubierta y ante el peligro de un progresivo deterioro del templo, se tomó la iniciativa de restaurarlo en el invierno de 1992 contando con la aportación de 3 millones de pesetas de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

El 20 de enero día del santo, se hace misa y amaiketako, con caldo y pinchos, pero ni la procesión ni los juegos populares perviven. Acude mucha gente de la zona al ser ermita muy renombrada. Hasta hace unos años, se mantenía la costumbre que en la misa los hombres se colocasen a la derecha y las mujeres a la izquierda con los niños en el coro. En 1991 asistieron a la misa del domingo unas 80 personas siendo esta presencia mucho menor si la fiesta del santo coincidiesecon un día de labor. Actualmente, sólo el día del santo acuden los vecinos de Orendain y, tras oír misa, ofrendan velas y dan limosna para el aceite de la lámpara. Antaño era templo visitado por gentes de todos los pueblos del entorno (Abalzisketa, Baliarrain, Amezketa, Alegi, lkazteguieta, e incluso hasta Gaintza).


BIBLIOGRAFIA
AGUIRRE SORONDO, Antxon y LIZARRALDE ELBERDIN Koldo
“Ermitas de Guipuzcoa”. Pag 326 Fundación José Miguel Barandiarán 2000.
DIPUTACION FORAL DE GIPUZKOA
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ENCICLOPEDIA GENERAL ILUSTRADA DEL PAIS VASCO
Cuerpo A. Diccionario Enciclopédico Vasco. “Vol. XXXIV. Ondar-Oroz” pp. 365. Ed. Auñamendi.
IRIGOYEN Domingo de
“Ermitas e Iglesias de Guipuzcoa”. Anuario de Eusko Folklore Tomo XIV pag. 82 Vitoria 1934.
LINAZASORO, Iñaki
“A la sombra del Txindoki”. El Diario Vasco. Agenda FocusPag 3. 24 de diciembre de 1999
“Itinerario para honrar a San Sebastián”. Diario Vasco 16-enero-1999 Agenda Focuspag 3.
GOROSABEL, Pablo
“Diccionario Histórico-Geográfico-Descriptivo de los Pueblos, Valles, Partidos Alcaldías y Uniones. Año 1862” pp. 365. Edición La Gran Enciclopedia Vasca. Bilbao 1972.
PEÑA SANTIAGO LUIS
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“Gipuzkoakoermitak/ermitas de Guipúzcoa”. Colección Album Club Juvenil nº 13. Pag 29 Caja de Ahorros Provincial. San Sebastián 1983.
“Paseos por Gipuzkoa”. El Diario Vasco Ruta 1 pag 14.
SILVAN LEANDRO
“La noble y Leal Villa de Abalcisqueta. El nuevo municipio de IruerrietaIcazteguieta - Orendain- Baliarrain” pp. 63. Publicaciones Caja de Ahorros Municipal 1974

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