. CLARA CAMPOAMOR : EL DERECHO DE LA MUJER A DECIDIR
26/04/1931 Clara Campoamor pronuncia un discurso en San Sebastián (“La Vanguardia”).
Nació en Madrid el 12 de febrero
de 1888. Huérfana de padre desde los 10 años, su vida laboral comenzó a
temprana edad. Trabajó como funcionaria de Correos y Telégrafos en San
Sebastián durante 4 años. Fue secretaria de Salvador Cánovas, Director del
periódico “La Tribuna”. Comenzó los estudios de bachillerato a los 35 y obtuvo
el título de Derecho en 2 años. Escribió numerosos artículos y varios libros.
Inició un largo camino de
apertura a principios del siglo XX y a ella se le debe la plena defensa de la
igualdad de la mujer. Fue parlamentaria durante la II República, luchadora incansable
por el derecho de la mujer a decidir e impulsora de la ley del divorcio.
En 1933, en virtud del derecho al
sufragio pasivo que permitía a las mujeres ser votadas, no así votar, fueron
dos las primeras parlamentarias en las Cortes. Las abogadas y diputadas Clara
Campoamor (Partido Republicano Radical) y Victoria Kent (Izquierda Radical
Socialista) fueron las protagonistas de esta lucha.
El debate finalizó el 1 de
octubre de 1931 con la aprobación del sufragio femenino por 161 votos a favor y
121 en contra. Lo apoyaron el Partido Socialista, con señaladas excepciones,
como la de Indalecio Prieto; la derecha y pequeños núcleos republicanos.
Votaron en contra el propio grupo de Campoamor, los radicales socialistas y
Acción Republicana.
Clara
consiguió la aprobación del sufragio femenino. Sin embargo, tuvo que soportar
la incomprensión, no solo de sus oponentes, sino también de sus compañeros de
partido, incapaces de asumir la independencia política y social del sexo
femenino.
La victoria de la diputada causó un gran revuelo y el mismo Indalecio Prieto la calificó de
«puñalada trapera a la República». Los partidos de izquierda argumentaban la
supuesta dependencia de las españolas de la Iglesia y temían que eso hiciese
que su voto se decantara a la derecha.
Acción
Republicana, uno de los partidos que votó en contra, proponía el sufragio para
los hombres a partir de los 23 años. En cambio, fijaba la edad mínima para las
mujeres en los 45 años.
Al
fin, en las elecciones de 1933, las ciudadanas españolas pudieron acogerse al
artículo 34 de la Constitución que equiparaba los derechos electorales de los
ciudadanos de ambos sexos, mayores de 23 años, y ejercer el sufragio activo por
primera vez.
Votación del Estatuto 5 noviembre 1933 en Éibar.
Campoamor fue la primera mujer en hablar en las Cortes Españolas En su discurso
el 1 de octubre de 1931. Citando a Humboldt, afirmó que la única forma de
madurar en el ejercicio de la libertad es caminar dentro de ella. Parece
mentira que después de toda aquella lucha, al cabo de 83 años, tengamos las
mujeres que desandar el camino, perdiendo el derecho adquirido a decidir algo
tan importante como es la maternidad.
Huyó
del país al estallar la Guerra Civil. Después de vivir 10 años en Buenos Aires,
murió olvidada en Suiza en 1972. Sus restos descansan en el cementerio de
Polloe, en el panteón de la familia amiga Monsó-Ríu.
Ha
dejado para la historia un legado que no ha perdido actualidad: “Todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y justicia”. Frase que años
después fue proclamada dentro de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
Por. Arrate Pérez
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