Voy a intentar hacer mi pequeña aportación al Blog de
Acex-Eske, a través de la visión de películas que disfruto o sufro los
miércoles de cada semana.
No pretendo realizar ninguna crítica cinematográfica, sino
contar las impresiones y sensaciones que me transmite cada una de ellas.
Esta semana me referiré a “Una pastelería en Tokio”. He
entrado en la Sala sin conocer absolutamente nada del guión de la película y,
ya desde el inicio de la misma, la sensación ha sido de serenidad: en el ritmo
del film, en los rostros de los personajes, en la música, etc.
Conforme iba transcurriendo la película he percibido el amor,
pero no el amor físico, sino un amor entre personas que se acaban de conocer, cada una con sus problemas -que se
van conociendo poco a poco- pero a los que se enfrentan de manera diferente,
con más o menos optimismo. Unas relaciones entre personas de edades diferentes,
pero unidas todas ellas por un nexo común: la pastelería.
El guión me ha parecido muy bueno, con algunas frases y
sentencias a destacar, sobre todo las que expresa el personaje de Tokue:
“Cada uno de nosotros le da sentido a la vida de los demás”
y una genial, refiriéndose a las judías o alubias:
“Hay que dejar hospedejar las judías. Han recorrido
un largo camino desde el campo hasta llegar aquí”.
Aunque en algunos momentos te produce sentimientos un poco
tristes, es una tristeza más bien melancólica, sin sufrimiento. Para mí MUY RECOMENDABLE.
Nuntxi
Pérez
Gracias, Nuntxi:
ResponderEliminarUna interesante visión del film. No tenía intención de verla, pero después de tu comentario, igual me acerco.
Saludos.