Esta película la ví en el Zinemaldia de Donosti y como ahora la ponen en las salas comerciales, os pongo el comentario sobre ella, que en su día no publiqué
Esta es una película de animación, preciosa, dirigida por Claude Barras. Nos cuenta la historia
de un niño, Courgette (Calabacín) que se llama en realidad Icare, que llega a
un orfanato, la casa de los Fontaines, después de haber causado la muerte, por
accidente, de su madre alcohólica. La figura de su padre ausente la sustituye
por un superhéroe dibujado en una cometa y con las latas vacías de su madre
construye su propio rompecabezas.
En la residencia se encuentra con otros niños cuyas
historias no son menos duras que la de él. Cada uno de ellos dirige su dolor o
rabia hacia alguno de sus compañeros.“Todos somos
iguales; no hay nadie que vaya a querernos".
En este ambiente de dolor y sentimientos de abandono,
Calabacín empieza a conocer el afecto. Al contrario del comportamiento habitual
de estos espacios de acogida, que no suelen mejorar la situación de los niños acogidos, en Les Fontaines se
respira paz, tolerancia y amistad. Dentro de las heridas que todos ellos llevan
provenientes de su pasado, crean una especie de sencilla familia que
transmite al espectador una gran ternura acompañada no exenta de sus
dosis de humor.
Técnicamente,
la cámara que sigue a los niños se
mantiene siempre a su altura, de manera que su propia inocencia, su sentido del
humor y su capacidad para regenerar los lazos afectivos se convierten en los
principales antídotos ante el horror que han experimentado. Consigue un tono
tierno y realista, a pesar de ser un tema tan problemático.
En
'La vida de Calabacín' se nos presenta un problema social tan complejo como el
desamparo y el dolor infantil, con gran ternura
y delicadeza y sin caer en la cursilería.
Recomendable, no sólo para niños, sino, al contrario,
especialmente para adultos.
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